Procesos de emergencia

23 marzo – 8 abril 2022

Desde los inicios, la vida -como acto- ha estado en un proceso de emergencia. Esta presión retorna como una constante, asimilando distintas formas y dispersándose sin una contención determinada. Hoy, este hervidero toma la apariencia que la humanidad y las hegemonías le han dado, expresándose en problemas sociales/históricos/ambientales.

Y al igual que los cometas -que vuelven por fuerza gravitacional- la resistencia está en un proceso continuo, también asemejando nuevas fisonomías y configuraciones.

Todas tienen un componente conceptual sobre la relación de las tecnologías con lo no humano y humano, trazando una poética común sobre los entornos internos/externos en los que habitamos y circulamos.

La exposición “Procesos de emergencia” es un mix de obras de las residencias 2021/2022 realizadas por Toda la Teoría del Universo (TTU) en Concepción: de la Escuela de Sensibilización Tecnológica y del Festival/Encuentro 2022 “Eterno Retorno”, las que, a pesar de recorrer en formas paralelas, contienen una esfera de texturas sutiles, que dibujan un lazo conector a un nodo central: los procesos de emergencia contemporáneos.

En total, se exhiben nueve proyectos de artistas independientes y colectivos, que van desde videoinstalaciones, instalaciones parciales, arte interactivo, instalación performativa hasta instalación procesual.

TTU, marzo 2022

TTU es una plataforma colectiva y centro cultural que nutre su actuar desde la resignificación de las experiencias de las tecnologías, a través de las artes y sus vertientes: mediales, electrónicas, neo ancestrales y digitales, entre otras. Desde un enfoque latinoamericano, trata de comprender los desarrollos culturales de los distintos territorios, a través de un diálogo abierto, que se profundiza en el intercambio transdisciplinar.

La exposición “Procesos de emergencia” es una de las actividades del Festival Latinoamericano de Artes y Tecnologías, de Toda la Teoría del Universo, cuya quinta edición comenzó este 21 de marzo en Concepción. Bajo la curaduría del “Eterno Retorno”, el colectivo, en conjunto con cuatro curadores externos (Elisa Balmaceda, Juliana Gontijo

Marco Valdivia y Sara Latorre), ha programado una serie de actividades: charlas, conciertos y talleres. Además, ha sumado una pestaña editorial latinoamericana, donde se presentarán distintos proyectos editoriales del continente, nacionales y regionales.

https://festival2022.todalateoriadeluniverso.org/

Primera Parte: Escuela de Sensibilización Tecnológica

La escuela de sensibilización tecnológica es un proyecto de formación en artes y tecnologías que durante 2021 tuvo su primera versión. Desde aquí nacen los seis proyectos, como parte de su resultado:

¿Por quién se toman las ruinas de las máquinas? Fabián Fonseca. Instalación sonora.

Relato postindustrial sobre las ruinas de la Empresa Nacional del Carbón, Lota. La pregunta, que titula el nombre de la obra, hace referencia a quién se toma los medios de producción en una estructura desvencijada, pero que – en el despojo – en potencia, aún producen. A través del sonido podemos decodificar este cuestionamiento y proyectar que “Las máquinas deseantes no son una metáfora”.

A ras de suelo. Javiera Canales y Viviana Milla. Videoinstalación sonora.

Recorrer lo sutil. Esta propuesta es una lectura de la deriva colectiva junto al río Biobío realizada como un ejercicio de exploración sensorial y de reencuentro con el territorio, y que bajo la premisa «la ciudad le da la espalda al río», busca reivindicar el espacio marginado a través de las sensaciones. Así, esta videoinstalación sonora se construye gracias a la recolección de elementos, sonidos e imágenes de la experiencia, incorporando además fragmentos de lo percibido por cada participante en una cartografía sensorial colectiva, que cierra este cuerpo de obra.

Re-mirar la luz. Sebastián Sánchez. Instalación lumínica.

En la experiencia de observar los reflejos que produce la luz del sol en el agua, ésta obra invita a reencantarse con el espectro de luz, como un fenómeno cotidiano de belleza estética. Algo tan común y tan encantador.

“Entrar en trance como llave a la auto-observación.

Somos luz, somos agua, ¿cómo sería nuestro reflejo en un cuerpo traslúcido?

(Somos agua y nos atraviesa la luz)

Somos ritmo, somos vibración, energía en movimiento.

¿En qué momento recordamos lo que somos?”

Simbiosis electro fúngica para ecosistemas limítrofes. Pedro Pinto, Jorge Gonzales y Almendra Díaz. Instalación sonora visual.

Esta obra problematiza el fenómeno de la contaminación acústica en ecosistemas limítrofes. A través de esculturas vivas bio electrónicas sonoras, que fueron situadas en bosques limítrofe-urbanos allegados a una zona de polución sonora. Estas piezas buscan la regeneración de ese ambiente, por medio de un diseño orgánico acústico especulativo como propuesta de tecnología activa y empática sensorial hacia formas de vida no humanas.

Mood. beta // Instrumento digital medidor de emociones. Daniela Saavedra y Lorna Riveros. Instalación objetual.

Dispositivo electrónico que intenta captar las emociones  que transmite una obra de arte,  ayudando así a descubrirnos a nosotros mismos, identificando la experiencia artística y compartiéndola con el ideal de cultivar una geografía cultural, desde nuestras emociones. El proyecto toma como referencia el método ruler (reconocer, entender, clasificar, expresar y regular) del centro de inteligencia emocional de la Universidad de Yale.

Cyberhídro. Almendra Díaz y Cristóbal Parra. Realidad aumentada.

Obra hipersticional  que opera a través de un código QR que  lleva a una web donde, a través de datos ficcionados, se relata la problemática del agua: “Como civilización replanteamos nuestra relación y manera de cohabitar con el  elemento agua, dejando el maltrato y enfoques de producción/utilización, para  establecer una relación armónica, optando por su profunda investigación, llegando  a comprender que el fluir con ella, permitía fundir grados de conciencia. Mostrándonos así su infinita información. A partir de este momento, el agua establece redes y conexiones, permitiendo el  libre tránsito de ideas ocasionando una era cyberhídrica”.

Segunda Parte: Residencias

Las residencias tienen como intención la vinculación de los artistas con ciertas comunidades, territoriales o agrupaciones, intercambiando conocimientos sobre el hacer tecnológico cultural, llegando a una construcción común, rica en saberes y formas, que se expresan en técnicas artísticas y obras.

Señales de Ultramar. Gabriela Munguía (México) y Germán Pérez (Argentina). Instalación objetual. Residencia Entre Túneles (Entre Lota y Colcura).

Pieza que combina el pensamiento especulativo, el arte y las tecnologías emergentes, para generar un diálogo íntimo con lxs cuerpxs oceánicxs y sus vitalidades, dentro de los grandes sistemas circulatorios terrestres. Esta entidad agencial resiliente, desde sus niveles micro y macro cósmicos, entrelaza múltiples materialidades y discursividades entre lo humano y no humano.

Roaming. Jerónimo Reyes-Retana (México). Proyección audiovisual e instalación objetual. Residencia en Concepción.

Instalación que resulta de un proceso de investigación sobre la movilidad humana,  buscando generar experiencias de acompañamiento y sensibilización dentro de zonas habitadas por población vulnerable migratoria. A través de una interacción con una plataforma híbrida, que vincula el espacio online con el terrenal, para habilitar experiencias auditivas, a través de mapas sonoros programados mediante tecnologías de geo posicionamiento (GPS).

Painting on the edge. Marta Leite (Portugal) en colaboración con Constanza Schmidlim (Chile). Instalación. Residencia en Concepción y Cañete.

Herbario de malezas locales, bayas silvestres y verduras utilizadas para desarrollar una paleta de pinturas naturales y estudios de color. La instalación es resultado del aprendizaje de las técnicas de tinturado de las artesanas mapuches de la provincia de Arauco. Apuntando a que el conocimiento de las plantas, así como la práctica del telar, teñido y cestaria constituyen un imprescindible acto político para la preservación de la cultura Mapuche y flora local, así como para la autonomía de las mujeres y para nuestra tomada de consciencia de la destrucción que hacen las empresas forestales en esa zona.

 

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